Bienvenido a mi mundo

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gracias por la imagen a Germán Banchio

martes, 29 de enero de 2013

La parte de los ángeles (Ken Loach, 2012)

Ken Loach es un afamado director inglés cuyo cine se ha caracterizado por hacerse constante eco de las injusticias sociales. Sus héroes y heroínas son gente sencilla, en general de poca cultura, que viven de lo que la sociedad les deja. Por esa misma razón sus películas no tienen grandes pretensiones. No hay efectos especiales, no hay estrellas de la televisión. Sí hay hinchas de fútbol, sí hay bebedores empedernidos, sí hay mujeres trabajadoras.
En este caso Ken Loach hace una pintura de la sociedad escocesa en Glasgow. Con ese acento tan particular que tanto me gusta. Los protagonistas se encuentran por tener que realizar trabajos comunitarios forzosos por delitos de poca monta. Y el whisky pone lo demás.
La parte o la participación de los ángeles, hace referencia a la mezcla que se debe hacer de malta y cebada para obtener un whisky de alta calidad. No nos olvidemos que el mejor whisky es el escocés, el scotch.
Mezclando todos estos ingredientes, Ken Loach obtiene una película excelente con la que ganó el gran premio del jurado en Cannes 2012. No es la primera vez que Ken Loach se lleva ese premio.
Curiosamente es uno de los pocos realizadores británicos que han sabido evitar el canto de las sirenas de Hollywood. Probablemente se deba a su formación marxista trotskista. No es casualidad que varios documentales suyos estuvieran prohibidos en la época de Margaret Thatcher, personaje por el que sentía una particular aversión.
Para ver "La parte de los ángeles" hay que aceptar que es una película sobre la clase baja marginal, un estrato de la sociedad escocesa que no se particulariza por el pacifismo.
Pero también hay que saber que se trata de una comedia amenamente filmada, con personajes entrañables que quedan dando vuelta alrededor de nuestras mentes. Es lo profundamente subversivo de esta película. Se describe a la sociedad tal como es, con sus grandes errores e hipocresías, donde por un tonel de whisky se puede llegar a pagar 1 millón de libras esterlinas, mientras que los personajes carecen de trabajo.
Los actores no son conocidos, al menos para mí. Tampoco la fotografía es algo especial.
La música tiene lo suyo (The Proclaimers - I'm gonna be)
Caminaré 500 millas
Mi calificación es de 8 sobre 10. Si la ven van a pasar un momento muy agradable.

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