Bienvenido a mi mundo

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gracias por la imagen a Germán Banchio

lunes, 18 de marzo de 2013

Luces distantes (Lichter) (Hans-Christian Schmid, 2003)

Pintura triste y sombría sobre la condición humana de un continente donde la globalización económica se ha adueñado de la vida y de la suerte de sus habitantes.
El panorama no podría ser más agrio y doloroso. Aquí juegan ucranianos, polacos y alemanes pero lo mismo podrían ser albaneses e italianos o rumanos y franceses. Toda Europa está presa de este destino atroz donde los seres humanos están relegados a la posición de las bestias en la selva, ganándose cada minuto de sus vidas para subsistir o para hacer realidad sueños falsos que solo les dejan el sabor de una droga alucinógena. Cuando despiertan todo está igual.
Hans-Christian Schmid ha concebido una película muy dura. Muy pocos de los personajes se salvan. Muy pocos conservan algo de bondad en sus conductas.
La mayoría están tratando de salvarse como puedan y apelando a estafas y robos para obtener el dinero que se ha transformado en único objetivo de sus vidas.
Estas situaciones se juegan alrededor de la frontera entre Polonia y Alemania. Estos nuevos desterrados de la tierra ya no son africanos ni latinos ni musulmanes. Son europeos del este que intentan por todos los medios, en general no lícitos, obtener un lugar en la cruel sociedad capitalista alemana.
Lo asombroso es que esta película se hizo antes de la quiebra financiera de los países europeos. Ya la caída del bloque comunista había generado que las condiciones de vida estuvieran totalmente desbalanceadas y dejaran a miles en la posición de la pobreza miserable, la cantada por Bertold Brecht, la que conduce directamente a la guerra.
No es una película agradable para ver. Es demasiado dura y no deja salida. Hasta los personajes que obtienen lo que quieren, lo obtienen por medios fraudulentos o lo que obtienen es una ficción.
La realización es impecable, muy bien fotografiada y muy bien ambientada en un pueblecito polaco de la frontera.
Ni siquiera los personajes inspiran conmiseración porque están totalmente perdidos en sus sueños de falsa salvación. Uno quisiera poder decirles, vuelvan atrás, recuperen los valores que han perdido, no sigan deslizándose hacia el vacío, pero desde ya se sabe que es inútil. Europa no tiene salvación posible. Solo les queda agonizar con dignidad mientras puedan.
De los 10 puntos de mi calificación, "Luces distantes" se lleva un 8 a regañadientes. Porque no es una película grata de ver, pero está muy bien hecha.

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