Bienvenido a mi mundo

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gracias por la imagen a Germán Banchio

jueves, 24 de octubre de 2013

Blue Jasmine (Woody Allen, 2013)

¡Qué difícil ser Woody Allen! y al mismo tiempo, qué placer extraordinario se debe sentir al largar al mundo, año tras año, estas maravillosas creaciones.
Para ser original consigo mismo, esta vez efectúa una transposición de "Un tranvía llamado deseo" de Tennessee Williams. Es una adaptación libre y cargada de miles de pequeños detalles que hacen tan sabroso al producto final.
Y para el personaje de Blanche elige a Cate Blanchett, toda una redundancia. Y está todo dicho. Dudo mucho que Cate Blanchett pueda encontrar en toda su carrera un personaje más rico que el de Jasmine, con una caracterología tan fuerte y tan colmada de emociones liberadas y reprimidas.
Jasmine llega a San Francisco (novedad absoluta en la filmografía de Woody Allen), con una carga muy pesada que la película entre raccontos y situaciones de riesgo, se va a encargar en ir develando, gota a gota, poco a poco. Al mismo tiempo, su reinserción en la sociedad humana, le provocará miles de nuevos conflictos que por no resignarse a dejar quien fue no logra resolver adecuadamente.
Su hermana, encarnada magistralmente por Sally Hawkins, va a ser el contrapunto constante de Jasmine. Hermanas, hermanastras en realidad, las dos adoptadas, representan en un mundo maniqueo creado por Woody Allen, una a las personas cultas y refinadas, parte de una sociedad adinerada y la otra a la gente ordinaria, las chicas de barrio. Cajera de una tienda, con dos hijos absolutamente comunes que tuvo con un marido albañil y que tiene a un novio obrero (genial actuación de Bobby Cannavale). Esos dos mundos, van a luchar palmo a palmo, por adaptarse a convivir uno con otro y según la visión de Allen, sin tener resolución.
No hay mucho humor en esta versión despiadada de la despersonalización de Blanche-Jasmine, en la sociedad. Más bien es un drama traumático en el cual Allen apuesta todo por el todo a las chicas de barrio.
Van nueve puntos sobre diez en mi calificación, porque el final está resuelto con aceleración y Woody Allen no recupera de su admiración por Bergman, la conclusión lenta y precisa de sus personajes.

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