Bienvenido a mi mundo

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gracias por la imagen a Germán Banchio

viernes, 31 de mayo de 2013

El día de desesperación (Manoel de Oliveira, 1992)

Esta película es una especie de semi-documental biográfico novelado pero no demasiado, sobre los últimos tiempos del escritor portugués del siglo XIX Camillo Castelo Branco.
Para lograr contar su historia, el director escribió los diálogos en base a documentos tales como cartas del propio Castelo Branco y de su mujer Ana Placido.
Claro que hablar de documental cuando de Manoel de Oliveira se trata ya se sabe que va a resultar en una investigación creativa sobre las posibilidades del cine con mucha dosis de humor surrealista.
Todo esto mezclado en una salsa exquisita de fotografías de época y de personajes insólitos. La atmósfera que Manoel de Oliveira recrea está tan impregnada de emociones que toda la historia se vuelve un relato romántico de otras épocas.
Los actores se presentan éllos mismos y anticipan cuál va a ser el rol que van a jugar. La película se filma en la casa donde vivió Camillo Castelo Branco, hoy museo y hasta los objetos pasan a ser parte del drama.
Para los amantes del surrealismo hay señales por todas partes. Solo voy a contar una escena en la que aparece la mujer del escritor maquillándose frente a un espejo con una borla de polvos. Una criada la ayuda a empolvar los hombros y la espalda.
Acto seguido Ana Plácido le pide a la criada que le traiga la caja de puros. Elige uno por su aroma y lo corta como se hace con los cigarros. La criada la ayuda con la vela de un candelabro para encenderlo.
De más está decir que entre los polvos y el humo del puro hay una contradicción enorme que el espectador no puede dejar de percibir.
Pero el punto cúlmine llegará cuando Ana Placido se recline fumando en el sillón, se quite la peluca y quede la actriz Teresa Madruga fumando el puro y contándonos más detalles de la historia.
Toda esta suma de historias, guiños y saudades, pronto se convertirá en parte de una deliciosa melancolía de la que no va a ser muy fácil despegarse.
Para quienes amen el cine "cine", les recomiendo verla sin falta. Es una de las mejores creaciones de este centenario y prolífico director de cine portugués.
No voy a tener la desvergüenza de calificarla porque no me alcanzan los puntos de mi escala.

jueves, 30 de mayo de 2013

La pianista (Michael Haneke, 2001)

Ufff. "La pianista" de Michael Haneke, es uno de los films más duros y desagradables que haya visto últimamente. No me cabe la menor duda de la rigurosa seriedad con que Haneke lleva esta historia adelante, pero no es algo fácil de digerir.
La historia cuenta con pelos y señales el sado-masoquismo de esta celosa profesora de piano (Isabelle Huppert) y, por si esto fuera poco, de la madre que modeló su personalidad enferma (Annie Girardot).
Con tanta distancia como es habitual en él, Haneke nos presenta a estos personajes tristes y vacíos de sentimientos que van inundando la pantalla con sus irracionales motivos para vivir.
En la historia por supuesto hay un tercero, que es el estudiante de piano que se enamora de la profesora solo por oirla tocar en un concierto particular (Benoit Magimel).
Los extremos a los que llega esa relación y los sometimientos a una madre obsesiva solo me parece que son superados en "Anticristo" de Lars Von Trier, con la diferencia que Lars Von Trier dota a sus personajes de facetas.
En esta película los personajes no tienen facetas, se mueven siempre instigados por las mismas obsesiones del sado-masoquismo.
Sobre la actuación es imposible criticar nada, porque cada uno de los actores, enmarcado en la idiosincracia del personaje que les ha tocado en suerte vivir, se mueven con absoluta profesionalidad. Los pequeños gestos que hace la profesora de piano son impagables.
De todos modos no recomiendo esta película para quien quiera pasar un momento agradable. No lo va a encontrar. Como mucho va a llegar a su final `para decir, se terminó.
Por este motivo mi calificación es también ambivalente. Aunque se trate de una película excelente y absolutamente bien hecha, no es un film que me gustaría volver a ver. Así que le vamos a dejar 7 puntos de calificación.

El viento nos llevará (Abbas Kiarostami, 1999)

Ver un film de Kiarostami es saber que uno se va a encontrar hipnotizado con una historia que solo cuenta mínimos detalles de los cuales uno debe extrapolar la posible realidad.
En el caso de "El viento nos llevará", es más lo que se oculta que lo que se muestra.
Hay todo un mundo de personajes alrededor del "ingeniero" de esta historia, a los que nunca vamos a ver en toda la película, pero sin embargo van a estar intensamente presentes.
Llega a su punto cúlmine cuando para conseguir leche, entra a un sótano donde una muchacha ordeña una vaca a la que no vamos a ver jamás el rostro. Solo es una figura medio a oscuras, que nos mueve a intentar meternos en ese lugar para poder mirarle a los ojos.
El ingeniero llega a un pueblo con un objetivo que nunca se va a explicitar completamente, él mismo no se lo puede explicar a su gente. Al chico que los conduce a la casa donde van a permanecer le dice que el objetivo es secreto, pero que puede decir que fueron a buscar tesoros.
Todo esto pinta una historia kafkiana donde nunca se sabe muy bien qué es lo que está sucediendo, aunque las escenas son de lo más explícitas. Tal es así que el mismo personaje llega a dudar de sí mismo y de que lo que está haciendo tenga algún sentido.
Pero para todo esto, a esa altura, Kiarostami acumuló centenares de pequeñas cosas, de personajes que se explican tal vez solo por mirar a la pantalla, en un pueblo que podría estar sacado del neolítico. Con casas sobre casas y terrazas que miran a otras casas y en esas otras casas otras historias están sucediendo.
Lo más que llegamos a entender es que hay una persona de edad que está enferma, las acotaciones son tan leves que es más lo que uno imagina que lo que realmente se muestra.
Hay un campesino que está cavando una tumba en el cementerio al que nunca vamos a ver pero que mantiene extensos diálogos con el ingeniero.
Y todo esto con una fotografía excelsa que hace de esos más que humildes lugares, bellezas escénicas.
Behzad Dorani es el actor que carga con todas las vicisitudes de este kafkiano ingeniero y lo hace maravillosamente.
9 puntos sobre 10 son los que le adjudico a este film.

Submarine (Richard Ayoade, 2010)

Oliver es el típico adolescente de 15 años que emipieza a ir sumergiéndose en las aguas pantanosas del mundo de los adultos. Tiene una novia (por fin tiene una novia) que también es una adolescente y juega con la relación queriendo presentarse como experta.
En el medio de la historia están los padres de Oliver y un vecino que resultará ser antiguo pretendiente de la madre de Oliver.
Historia muy bien llevada a través de las vicisitudes de los adolescentes, el colegio y los compañeros. Hasta donde pueden moverse y qué resulta de todo eso.
Desde quererse matar hasta intentar salvar el matrimonio de sus padres vandalizando la casa del vecino, Oliver va a intentar varios caminos.
Richard Ayoade sale indemne de la aventura de llevar esta historia a una película. El problema es que la historia no da más que para eso.
Las actuaciones son muy buenas. El resto de los componentes están todos bien, la música, la fotografía, pero hasta ahí nomás. No es una película que uno no vaya a olvidar. Pero si estoy seguro que quien la vea va a pasar un grato momento, sin complicaciones.
Creo que le caben 7 puntos de calificación y conste que la califiqué. Hay otras películas de las que ni me molesto en escribir una opinión.

domingo, 19 de mayo de 2013

Hitchcock ( Sacha Gervasi, 2012)

Esta película se basa en un episodio de la vida del gran director Alfred Hitchcock, el de la creación y filmación de "Psicosis". Tiene a su favor entonces utilizar desde la música creada por Bernard Herrmann, esa que aún hoy nos hace chirriar los dientes, hasta encarnar en personajes a Janet Leigh, Vera Miles y Anthony Perkins.
Pero el eje de la trama pasa por la relación entre Hitchcock y su esposa Alma, una verdadera Alma mater de las obras de Hitchcock. Aunque nunca figuró siquiera en los créditos, Alma Reville era quien daba forma a los guiones y quien introducía los detalles que hacían a la obra de arte. Al menos eso es lo que dice el guión de la película inspirado en una novela de Stephen Rebello.
Todo eso está muy bien planteado en la película y excelentemente bien dosificado, para que el suspenso de esta trama basada en el maestro del suspenso, se mantenga y ofrezca un producto interesante.
De más está decir que uno de los grandes atractivos es verlo a Anthony Hopkins encarnando a Alfred Hitchcock y lo hace con su profesionalidad de siempre aunque no puedo decir que sea una gran actuación porque las líneas del guión no dan mucho de donde extraer savia.
También es un lujo ver a Helen Mirren, la gran actriz de nuestros días, en el papel de Alma y élla sí que se luce mucho más, porque el rol tiene con qué.
Y asombrosamente, es un festival para los ojos y los sentidos ver a Scarlett Johansson metida en la piel de Janet Leigh. Hay que verla para entender de lo que hablo. Es evidente que esta chica está para mucho más de lo que le piden habitualmente. Ya llegará su momento.
También en el elenco están Toni Collette, en un personaje bastante desabrido que élla sabe llevar adelante y el excelente James D'Arcy personificando con absoluta credibilidad a Anthony Perkins, o al menos al personaje que Anthony Perkins creó de sí mismo. Y hasta Jessica Biel se luce en los diálogos de Vera Miles, quien nos revela el lado oculto de la personalidad de Hithcock.
Y por último, Danny Elfman hace de las suyas en la banda de sonido de esta película dedicada a quien fuera realmente un maestro de lo oscuro, el suspenso y hasta en oportunidades del terror.
Recuerdo perfectamente, al final de la proyección de "Los pájaros" salir del cine caminando en puntillas de pie para no espantar a las aves.
Una liberal calificación de 8 puntos para "Hitchcock" por hacernos revivir "Psicosis" y la personalidad de este genio inglés.