Bienvenido a mi mundo

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gracias por la imagen a Germán Banchio

martes, 14 de octubre de 2014

Un solo verano de felicidad (Arne Mattson, 1951)

El título original de esta película es "Bailaron un verano" y es a ese verano que representa la vida, el calor y el amor, que Arne Mattson dedica esta película.
Dice el pastor ante la tumba de Kerstin al inicio del film: "Ella sacrificó su vida en un altar de aberración. Grande es el precio de la impiedad, la aberración y el egoísmo".
Es el año 1951, hace seis años que terminó la segunda guerra mundial y soplan nuevos vientos para la humanidad. El discurso moralista, hipócrita y envidioso de los adultos, cede terreno a la libertad de los jóvenes.
Pero todavía la presión del mundo adulto es muy grande y eso es lo que representa el auto del pastor, llevándose por delante la vida de quienes osan oponerse al discurso de la iglesia.
Göran (Folke Sundqvist) ha terminado su escuela secundaria y va a la granja de su tío a pasar el verano. Allí conoce a Kerstin (Ulla Jacobson) y se enamoran a primera vista.
Las vicisitudes de su relación están mechadas de los apuntes del director hacia la sociedad de esa aldea rural. El drama hace su entrada con el inicio de la relación de la mano de Helge, el tonto de la aldea, al que se identifica rápidamente por el sonido de una flauta de afilador.
La narración sigue su curso y cada intervención del pastor da lugar a nuevos discursos de culpa y castigo para los jóvenes.
Y está justamente en la precisión con que se describe la maldad de los principios inflexibles del pastor donde el director pone el castigo de Dios.
Aunque los jóvenes vivan su amor con honestidad e intensidad, la sociedad que los rodea obedece el mandato del pastor y castiga cuanto pueda haber de amor en los jóvenes.
Al discurso punitivo del pastor, el director, en el personaje del director de la obra de teatro (el maestro de la escuela), contesta:
"Amada Kerstin...te recordaremos como el rayo de luz que fuiste para todos nosotros. Nadie puede saber por qué tuviste que sacrificar tu vida... (el espectador sí lo sabe, fue al auto del pastor), pero sabemos que nadie tiene el derecho a juzgar. Aquéllos que juzguen serán un día juzgados bajo la misma ley."
Clip (en sueco)
Ocho puntos para esta excelente comedia moral sueca que ganara los festivales de Berlín y de Cannes.

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