Bienvenido a mi mundo

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gracias por la imagen a Germán Banchio

lunes, 13 de abril de 2015

La noche de San Lorenzo (Paolo y Vittorio Taviani, 1982) 🌟🌟🌟🌟🌟

La noche de San Lorenzo es la noche de las estrellas fugaces. Para los italianos, la noche en que por cada estrella caída un deseo se hará realidad.
La historia se la cuenta una madre a su hijo, le dice que todo sucedió allá lejos, en 1944, cuando solo tenía 6 o 7 años.
La historia que cuenta comienza en un sótano donde están refugiados los habitantes de San Martino para escapar a los bombardeos. Se dice que los americanos han desembarcado muy cerca y que pronto entrarán en el pueblo. Mientras tanto llega el obispo con la noticia de que los alemanes han ordenado que todos se congreguen en un sitio y él propuso en la iglesia. A los que no estén en la iglesia los van a matar.
Pero Galvano (Omero Antonutti), que no confía en los alemanes y tampoco en el obispo dice que va a ir a buscar a los americanos y que quien quiera puede ir con él. La gente se divide en dos grupos, los que se quedan a salvo en la iglesia y los que parten a buscar a los americanos.
Comienza así la peregrinación de este grupo de seres que ante todo quiere sobrevivir. Van vestidos con ropas oscuras para que no los puedan ver en la oscuridad. Los perros quedan abandonados en el sótano, abandonados a su propia suerte, ya que los alemanes prometieron volar todas las casas.
En la caminata Belindia, que está embarazada, se descompone y la colocan en una carreta para llevarla de regreso a San Martino. Su marido la llevará a la iglesia y luego volverá.
Lo que no sabe es que va a ser testigo de como los fascistas italianos, no los alemanes, sino los mismos italianos, van a hacer volar a la gente que está refugiada en la iglesia. Uno de los fascistas, un pibe de quince años, celebra la explosión contándosela a su "papo".
La historia se va desenvolviendo a medida que avanzan por los caminos y los bosques. Los sucesos más atroces se van desarrollando ante nuestra vista, pero contados como si de un cuento de hadas se tratara, los directores han sido muy hábiles en escamotear la tragedia a la vista del espectador, solo aquellos con los ojos bien abiertos podrán entender las atrocidades de la guerra.
Las atrocidades que los fascistas, los de camisas negras, cometen contra la gente del pueblo. Concetta (Margarita Lozano) una mujer mayor que pensaba quedarse en la finca donde nació, ve que ha sido incendiada por los fascistas.
El guión está elaborado de manera coral y las historias de los protagonistas se cruzan unas con otras. Los mismos directores, con la colaboración de Giuliani G. de Negri y Tonino Guerra son los autores del estremecedor guión.
Tampoco hay primeros planos, con lo que se pierde el protagonismo individual. No se sabe si realmente han herido a alguno salvo por verlo caer. Y las historias se disfrazan de surrealismo, como la de la siciliana que como le han dicho que hay un regimiento de sicilianos americanos, corre por el bosque en su busca hasta que la matan de un disparo en la cabeza tres soldados alemanes camuflados en la espesura, la siciliana ve a sus sicilianos americanos y les dice que le han tirado una pedrada. Los americanos le prometen que la van a llevar a Brooklyn y luego la cámara nos muestra a los verdaderos alemanes.
Así como la tragedia está escamoteada, también lo están los sentimientos y el espectador siente, en su propio cuerpo cada balazo, cada herida que se le propina a los protagonistas.
Cuando la película termina, solo siente ganas de llorar, por esa pobre gente, que como tanta otra gente sufrió los horrores de la guerra.
Cuando uno de los protagonistas decide balear al fascista de quince años escondido en un árbol, el espectador lo celebra contra todos sus principios humanitarios, aunque el padre grita "solo tiene quince años",
Impresionantemente bien realizada, la historia nos seduce y nos hace cómplices de esa gente huyendo de los alemanes en busca de sus salvadores americanos.
Y el desenlace es después de la noche de San Lorenzo, cuando cosechando el trigo en un campo, son descubiertos por un grupo fascista.
La batalla en el campo de trigo
Pocas películas cuentan con mi eterno homenaje a los grandes del cine, esta es una de éllas. No basta con decir que la califico con diez puntos sobre diez. La parte emotiva pesa mucho a la hora de evaluar los logros cinematográficos. Pero sí se que no va a haber espectador que pueda poner distancia entre la historia contada y sus propios sentimientos.

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