Bienvenido a mi mundo

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gracias por la imagen a Germán Banchio

lunes, 11 de mayo de 2015

Interestelar (Christopher Nolan, 2014) 🌟🌟🌟🌟

Existen, en la historia del cine, dos películas del género ciencia ficción, que a mi criterio, son insuperables, cada una en su estilo. "2001, odisea del espacio" de Stanley Kubrick y "Solaris" de Andrei Tarcovski. La primera incorporó al cine toda la tecnología disponible en el momento, pero se especializó en la cosmogonía del autor Arthur Clarke. La segunda, con la mirada del conocimiento ruso, se especializó en la espiritualidad que el encuentro con un alien podía crear en el ser humano. Creo que "Interestelar" se suma a este podio de la ciencia ficción en el cine aportando la cuota de romanticismo y emoción que tanto escasean en el género.
Christopher Nolan y su hermano, Jonathan, han escrito la saga más increíble de la historia de la ciencia ficción. Dejando de lado el hecho de que la gran mayoría de los espectadores no son especialistas en temas espaciales tales como agujeros negros, gravedad y relatividad, la historia es creíble y se asienta sobre sólidos cimientos de cordura y dramatismo.
La última película de Christopher Nolan, "El origen" o "Inception", ya se movía en las fronteras de lo justificable para la razón, pero en "Interestelar", Nolan va mucho más allá.
Nuestro planeta ha dicho basta al género humano y para evitar la extinción de la raza la única solución es emigrar a todos los habitantes del planeta hacia alguno de los planetas visualizados en una lejana galaxia a través de un agujero negro localizado en las proximidades de Saturno.
La NASA trabajando a escondidas, pues ha sido totalmente desacreditada ante la población, está preparando el viaje de algunos astronautas para explorar esas posibilidades. Hay dos alternativas, A: que la gigantesca sala donde hoy sobreviven los científicos, traslade como arca de Noé al género humano, pero hay algunas incógnitas aún no resueltas sobre el pasaje a través del agujero negro, B: contenedores llevando miles de embriones fertilizados hivernados para que sean la simiente de la raza se siembren en alguno de esos planetas de una galaxia lejana.
Hasta aquí la historia seudo científica, pero lo más interesante de esta película no es esta anécdota, sino cómo los efectos inciden en los seres humanos. La granja donde habita Cooper (Matthew McConaughey, demasiado cowboy para mi gusto) con su suegro y sus hijos Tom y Murphy está siendo arrasada por tormentas de polvo. Cooper fue anteriormente ingeniero y piloto espacial en la NASA. Otros granjeros están quemando sus plantaciones para que no se siga expandiendo la plaga que asola a los vegetales. Un extraño fantasma que aparece en el cuarto de Murphy. Son todas pistas que llevan a Cooper a tomar contacto con la gente de la NASA en su reducto escondido en los confines del desierto. Allí se encuentra con su profesor Brand (Michael Caine) y su hija (Anne Hathaway). El profesor Brand le dice que esas pistas que lo han atraído han sido puestas por "éllos", los mismos que ubicaron el agujero negro en las cercanías de Saturno para dar una alternativa de salida al género humano y que lo han elegido a Cooper para que pilotee la expedición que irá a sondear los resultados de otras 10 naves enviadas anteriormente. Tres de éllas aún siguen transmitiendo por lo tanto es de suponer que esos planetas son viables.
Pero Cooper tiene que decidir dejar a sus hijos, sabiendo que quizás nunca vuelva del viaje interestelar.
Tom lo acepta, pero Murphy se rebela contra la decisión de su padre y le pide que se quede.
Lo extraordinario de esta película es lo profundo que cala en el espectador con las emociones a flor de piel de una tierra en vías de extinción y de la familia de Cooper desgarrada.
Tom, adulto (Casey Affleck) continúa comunicándose a través de mensajes grabados con su padre, pero Murphy no quiere hacerlo, hasta que llega el momento en que Murphy (Jessica Chastain) tiene la edad de su padre cuando los dejó y está trabajando en el centro de la NASA junto al profesor Brand.
Por primera vez en una película de ciencia ficción los dramas de la separación frente a viajes interestelares que consumen la vida de los que quedan esperando, frente a la vacuidad del vacío en que se mueven los tripulantes, están perfectamente presentadas. La emoción en oleadas embarga al espectador y lo hace partícipe del drama representado.
La reconstrucción y los efectos especiales son perfectos, pero esto no es ninguna novedad para el cine norteamericano, la novedad radica en la exposición de los sentimientos de los protagonistas. Es quizás esa la razón por la que Matthew McConaughey, estereotipado en su imagen de cowboy de la frontera, quizás sea acertado. No expone al espectador a sus sentimientos, sino que es la película toda, en su trama, la que lo hace.
Cabe destacar la música de Hans Zimmer, perfecta para esta epopeya. Las actuaciones son todas acertadas, quizás lo mejor sea Ellen Burstyn interpretando a una anciana Murphy, brindando toda la emotividad que su personaje tiene con su maestría excepcional. También el loco astronauta Dr. Mann (Matt Damon) arroja sobre el espectador la exasperación a la que la soledad puede conducir a un ser humano.
El amor es la única fuerza que trasciende al tiempo y al espacio. Es toda una definición emotiva en una película de ciencia ficción.
En fin, hasta los robots, TARS y CASE, son perfectos, para una historia que tiende a ubicarse en un futuro lejano. Esperemos que sí, que sea muy lejano.
Trailer 1
Trailer 2
Un último secreto para el espectador posible, que deje de lado la razón del ego y contemple esta película con los ojos de sus emociones. No todo es explicable a través de la razón, pero todo es entendible a través de los sentimientos.
Nueve puntos sobre diez para "Interestelar" de Christopher Nolan.

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