Bienvenido a mi mundo

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gracias por la imagen a Germán Banchio

sábado, 13 de febrero de 2016

Aullido (Howl) (Rob Epstein y Jeffrey Friedman, 2010) 🌟🌟🌟🌟🌟

Hacer un film con un poema es una tarea sobrehumana para cualquier creador. Entonces Rob Epstein y Jeffrey Friedman escriben el guión de su película cruzando varios diferentes acercamientos a la vida y obra del poeta Allen Ginsberg.
En uno, magníficamente filmado en blanco y negro, el poeta recita su poema en una especie de "cavern club" para una cincuentena de sus admiradores. Es la parte más brillantemente lograda del film. Los versos de Ginsberg, que a veces la película vuelve a repetir provocativamente, son más humanos en la voz de James Franco, que dicho sea de paso, es el actor que interpreta al poeta.
En otro de los acercamientos, el poeta, ya unos años mayor, participa de una entrevista en su casa con un periodista inominado. En esta parte es donde el poeta muestra su interior de una manera cálida y agridulce. Nos cuenta de su infancia, de sus amigos y amados Jack Kerouac y Neal Cassady y de sus dudas y peregrinaciones en busca de sí mismo.
El tercero de los acercamientos es a través de la animación de diversas partes del poema. En brillantes colores oscuros, las imágenes impactan aún más que las palabras de los versos a través del movimiento continuo, cercano a las imágenes de "The Wall".
Y el cuarto, pero no menos impactante de los acercamientos, es al juicio por obscenidad al que el editor de "Howl" Lawrence Ferlinghetti (Andrew Rogers) fue sometido en el año 1957.
Se pone en movimiento, como lo condensa el juez Clayton Horn (Bob Balaban), la libertad de expresión que tan cara es al espíritu constitucionalista de los estadounidences. Digo al espíritu, porque en la práctica dejan mucho que desear.
Hay testigos por la defensa de Jack Ehrlich (John Hamm) y del fiscal Ralph McIntosh (David Strathairn) que expresan lo que es el sumun del arte y del lenguaje artístico, versus lo mal intencionado de las mentes acusadoras.
Una frase del fiscal deja atónito al juzgado y al espectador. Cuando le es denegada una impugnación exclama, "Lo siento, abro mi boca y de élla salen puños", digna del poema que está tratando de condenar por obsceno.
Imprescindible es para el espectador inteligente, que como era mi caso, no conociera a Allen Ginsberg, ver esta película. También lo es para el espectador de mente abierta defensor de la libre expresión de las ideas y de los sentimientos.
Como la hermosa banda de sonido de Carter Burwell que acompaña magníficamente las cálidas y sorprendentes imágenes de la película.
Holy!
Si ya viste en el enlace este hermoso poema de Ginsberg y tu mente se abrió a tu corazón, no dejes de ver esta película. Diez puntos sobre diez para "Aullido".

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