Bienvenido a mi mundo

Bienvenido a mi mundo
gracias por la imagen a Germán Banchio

miércoles, 14 de febrero de 2018

Coco (Lee Unkrich y Adrian Molina, 2017) 🌟🌟🌟🌟

Los que amamos las películas de animación, sabemos que de la factoría Disney se destacan aquellos films realizados por la compañía Pixar.
Si es de Pixar es casi una garantía de calidad. Pero en sus últimas realizaciones han ahondado en un camino sin retorno. La vía de las emociones. Ya no son aquellas explotadas comercialmente como la de la madre de Bambi muerta por un cazador, sino que son algo más profundo y real, algo que es muy difícil de explicar con palabras, porque no hay signos en el alfabeto humano que expresen las vivencias y sentidos que se mueven en la zona más profunda de nuestra humanidad.
Bueno, "Coco" es un buen ejemplo de lo que estoy tratando de describir.
Con un guión de Adrián Molina y Matthew Aldrich, los realizadores crean, no solo un espectáculo potente, sino también una alegoría del respeto que debemos a nuestros antepasados en este continente, que tanto son hoy vilipendiados por la cultura del dólar y sus seguidores.
No es en vano que los personajes crucen las fronteras temporales del ayer y el mañana. Conviven en la historia el tatarabuelo Héctor (Gael García Bernal) con su tataranieto Miguel (Anthony González).
Si bien las líneas de consanguinidad vienen dadas por las mujeres, la primera de las cuales es la Mamá Imelda (Alanna Ubach), es su hija Coco (Ana Ofelia Murguía), la bisabuela de Miguel quien es el eje emotivo alrededor del cual gira la historia.
Ante todo quiero dejar aclarado que si bien "Coco" es una película que puede ser vista por niños de cualquier edad, son los adultos quienes lograrán el misterio del despertar de sus emociones, al recuerdo de algún familiar perdido o de un bebé recién nacido.
El argumento no tiene desperdicio, transcurre durante la celebración del Día de los Muertos, una celebración que une las tradiciones de los pueblos originarios del continente, con las cristianas de este, nuestro lado del río Grande.
Hay algo perverso en la historia de como el mayor intérprete de todos los tiempos, Ernesto de la Cruz (Benjamín Bratt), plagió y robó la música de Héctor Rivera hasta hacerlo desaparecer de la memoria de los vivos, porque algo semejante es lo que se propone la cultura anglo-sajona con la latinoamericana. Sin embargo, cada tanto aparece una señal en el arte de que ese objetivo, si bien logrado con las hamburguesas, los edulcorantes y las bebidas cola, está muy lejos de hacer mella en los tradicionales afectos y emociones de nuestra historia.
Pienso que muchos espectadores sentirán que algún calorcito humano se enciende en su interior, mientras que otros continuarán consumiendo pochoclo.
Todo esto y mucho más, la realidad de conservar los árboles genealógicos de nuestras familias para conseguir que nuestra historia continúe estando viva, se muestra en la película. Diez puntos solo por esa realidad mostrada con tanto desparpajo.
La música hace mucho por todas las películas y la melodía principal, "Recuérdame" va a seguir sonando en los corazones mucho tiempo después que hayan olvidado sus escenas. Esta canción pertenece a Kristen Anderson López y Roberto López. Un dato curioso es que la versión intimista de arrullo es cantada por Gael García Bernal, Gabriella Flores y, Libertad García Fonzi, o sea la hija de Gael García Bernal y Dolores Fonzi.
Trailer en castellano
Para los que hayan disfrutado ya de esta película, les dejo el spot de la canción principal.
Recuérdame
Nueve puntos sobre diez para esta importante producción cinematográfica que calará muy hondo en las gentes sensibles..

domingo, 11 de febrero de 2018

Eternidad (Tran Anh.Hung, 2016) 🌟🌟🌟

El director vietnamita Tran Anh-Hung cobró notoriedad en 1993 entre los seguidores del buen cine con "El aroma de la papaya verde". Luego continuó haciendo cine, pero no nos llegó.
En el año 2016 dirigió esta "Eternidad", que a muchos espectadores ansiosos les deberá parecer literalmente una eternidad.
Pero para aquellos que se sumergen en el cine como en una meditación, este tipo de cine es lo más adecuado para salir reconfortado de la experiencia.
En "Eternidad", novela de Alice Ferney adaptada al cine por el mismo Tran Anh-Hung, no se narran hechos rimbombantes como guerras o asesinatos. Tampoco hay una historia de misterio para descubrir al criminal. No es un musical, no es un drama sensiblero, no es una comedia, en fin, es el cine en COLORES, con mayúscula, de las visiones paradisíacas de este director vietnamita. El debe amar la selva y las plantas, porque la imagen se sumerge en bosques y parques, en paseos y en playas siempre soleadas.
Entonces, ¿qué es lo que cuenta "Eternidad"?, nos habla de los grandes sucesos de la vida, siempre enfocándola desde un punto de vista exclusivamente vital y femenino.
Iniciándose presumimos a principios del siglo XX, va a seguir la vida de Valentine (Audrey Tatou) a través de su casamiento arreglado que se cancela y finalmente se lleva a cabo con Jules (Arieh Worthalter), el nacimiento de sus hijos, la vida cariñosa y cálida con Jules tocando la guitarra y, más tarde, la muerte de los mellizos en la guerra y de su marido al poco tiempo.
Pero su hijo Henri (Jeremie Renier), le anuncia que se va a casar con Mathilde (Melanie Laurent) con la que han sido novios desde chicos. Esto se cruza con Valentine con el hecho de que su única hija viva, Margaux, le anuncia que va a profesar de monja.
La historia continúa a través de Mathilde y de su prima Gabrielle (Berenice Bejo), quien está casada, también en un casamiento arreglado, con Charles (Pierre Deladonchamps). Como viven en el mismo edificio se ven casi todos los días para compartir la sobremesa.
El nacimiento de los hijos de Mathilde y de Gabrielle, son casi al mismo tiempo. La desaparición de Charles y la muerte de Mathilde después de dar a luz a su última hija, Marie.
Esto es más o menos todo lo que sucede en la película. Claro que no he contado los detalles que son donde el director expresa toda su efusividad vital y sensorial. Como Mathilde que no deja de acariciar a sus hijos y a su marido. Hay muchos bebés mimados en esta película.
En poco más de 1 hora y 50 minutos, esta galería de imágenes bellas y radiantes nos cuentan sobre la vida y también sobre la muerte. De allí el título del film, "Eternidad".
Todo acompañado por hermosas melodías al piano, en ritmos tranquilos y melódicos tipo Debussy.
Es imposible que un espíritu bello deje pasar de lado esta película y, si lo hace, se perderá el gran postre de la vida.
Trailer sin subtítulos
Algo muy interesante e innovador son los raccontos colocados luego de la muerte o desaparición de un personaje. Es realmente un recurso absolutamente novedoso en la narrativa cinematográfica.
Siete puntos sobre diez es mi calificación para esta interesanete película semi-vietnamita.

jueves, 8 de febrero de 2018

Laurence, de todos modos (Xavier Dolan, 2012) 🌟🌟🌟🌟

Laurence Alia (Melvil Popaud), es un profesor de literatura cuya vida transcurre serenamente con su pareja Fred(erique) (Suzanne Clement), hasta que un día decide tomar al toro por las astas y le confiesa a Fred que siempre ha querido ser mujer.
Esto desata una tormenta en Fred, pero como élla ama a Laurence, acepta sus deseos y hasta lo incita a vestirse de mujer. Laurence no es homosexual, sino que prefiere ser mujer. Toma hormonas para el desarrollo de los senos y Fred hasta le compra una peluca.
Durante las dos horas y 50 minutos que dura la película, vamos a contemplar las idas y venidas de esta pareja por la vida.
En su alienación Fred empieza a vestirse como hombre para acompañar a Laurence, pero termina estallando y separándose de él.
Laurence pierde el trabajo en el colegio, porque los padres de los alumnos envían una carta de queja al ministerio de educación y, aunque las autoridades del colegio no están de acuerdo, no tienen más remedio que despedir a Laurence.
En medio de la depresión, Laurence tiene un incidente en un bar, donde un parroquiano, al verlo travestido lo toma por lo que no es y terminan a los golpes.
Laurence camina por la calle con la cara ensangrentada sin que nadie le de una mano, hasta que alguien le ofrece un teléfono para hacer una llamada, se trata de Baby Rose (Emmanuel Schwartz) miembro de una excéntrica familia de cantantes y actores de varieté.
Laurence llama a su madre (Nathalie Baye) quien lo ha literalmente echado de su vida, para pedir ayuda, pero la madre se la niega porque debe atender a su marido.
Las idas y vueltas de la pareja transcurren a través de 10 años de vida en común y separados. Son vidas comunes, de dos personas que a su modo intentan vivir sus vidas contra viento y marea.
Laurence finalmente se convierte en un escritor de éxito y justamente la película comienza con las voces en off de Laurence y la periodista que lo está entrevistando (Susan Almgren).
Sin dar muchas explicaciones ni justificaciones psicológicas, Xavier Dolan escribe la vida de Laurence, dejando entender que, tanto hombre como mujer, sigue siendo Laurence de todos modos.
Excelente visión de la vida sin prejuicios ni razonamientos literarios.
Al espectador que se atreva a las casi 3 horas de duración le llegará la recompensa de por un instante en su vida lograr asomarse a algo que está más allá de los folletines cotidianos pre-escritos.
Trailer en francés subtitulado en inglés
Está de más tratar de elogiar la obra de Xavier Dolan en esta epopeya de la vida, excelente libro, excelente adaptación cinematográfica, escelente dirección, aunque también se hizo cargo del diseño de vestuario, montaje y algunas otras cosas. Nueve puntos sobre diez para "Laurence, de todos modos".

martes, 6 de febrero de 2018

Toc Toc (Vicente Villanueva, 2017) 🌟🌟🌟

Pocas veces tengo la oportunidad de incluir en este blog una comedia, por eso celebro que a Vicente Villanueva se le haya ocurrido trasladar al cine la excelente comedia teatral del humorista francés Laurent Baffie.
No es fácil trasladar este guión al ojo móvil de la cámara cinematográfica, ya que uno de los aciertos de la puesta teatral es justamente la escenografía plana del escenario, donde todos los personajes juegan sus roles simultáneamente para solaz del espectador.
Dejando este aspecto de lado, que es uno de los que inclinará a los espectadores a volver a ver el espectáculo teatral (en Buenos Aires está en su novena temporada y en Madrid en la octava), debo decir que aún "Toc Toc" sigue dando sus frutos.
Como probablemente no todos los lectores conozcan el argumento, para situar al posible espectador, debo decir que la película narra el encuentro forzado de 6 enfermos de Trastornos Obsesivos Compulsivos (de allí lo de TOC), en el consultorio de un psicólogo de fama cuyo avión se ha demorado y no llegará en horario para la consulta. Otro de los sinsabores para los pacientes, es que a todos se los ha citado en el mismo turno, según la secretaria (Inma Cuevas) debido a un error de un nuevo software para reserva de turnos.
Allí se encontrarán entonces Fernando (Oscar Martínez) aquejado del síndrome de Tourette, Emilio (Paco León), aquejado de un trastorno que lo lleva a coleccionar todo tipo de cosas y a hacer cuentas mentales sobre registros absurdos, Blanca (Alexandra Jiménez), obsesionada con las bacterias, hongos y todo tipo de virus, Ana María (Rossy de Palma) atrapada en controles eternos sobre las cerraduras  y refugiada en la religión de forma compulsiva, Rocío (Carolina Lapausa) repetidora incansable y Otto (Adrián Lastra) ordenador implacable a quien las rayas en el piso tienen atrapado en una prisión de saltos mortales.
Todos ellos, acompañados de un texto memorable, van a hacer la diversión de los espectadores durante la hora y media de duración.
Algunos errores: la obsesión por mostrar en detalle el efecto de los TOC's en los pacientes. El excesivo movimiento de cámaras como para demostrar que no se trata de teatro filmado.
Pero aún así el espectáculo resulta atrayente y divertido. El oficio de los actores sostiene la película en gran parte y es así como debe ser.
Trailer
Siete puntos sobre diez para esta divertida versión fílmica de "Toc Toc".

lunes, 5 de febrero de 2018

Abrocharse los cinturones (Ferzan Ozpetek, 2014) 🌟🌟🌟🌟

Elena (Kasia Smutniak) y Antonio (Francesco Arca) no tienen absolutamente nada en común. La primera vez que se encuentran es a raíz de una discusión en una parada de autobus, donde ambos se insultan mutuamente y hasta casi llegan a las manos. Pero resulta que Antonio está saliendo con Silvia (Carolina Crescentini), la mejor amiga de Elena y entonces vuelven a encontrarse en una reunión.
Elena no puede evitar el rechazo que siente por Antonio, el perfecto machista, rascista y corto de entendederas.
Fabio (Filippo Scicchitano), el mejor amigo gay de Elena, que comparte el departamento con Silvia, no puede entender qué es lo que Silvia le ha visto a Antonio.
Pero Antonio empieza a seguir a Elena. Hasta que consigue llevarla al taller de autos donde trabaja. No pasa nada, pero ambos comprenden que se atraen mutuamente.
Aquí la película salta 13 años y vamos a ver como ambos, matrimonio al fin, discuten por todo. Elena y Fabio han puesto un resto bar en lo que era una estación de servicio para carga de combustibles  abandonada y les ha ido muy bien. Tanto que es Elena quien mantiene a Antonio.
Un día, la tía de Elena (Elena Sofia Ricci), una extravagante mujer que aparece y desaparece cada tanto para mayor enojo de la madre de Elena (Carla Signoris), la invita a ir a un spa y después a la consulta médica con un especialista en mamas. Elena se hace el chequeo de rutina y los estudios revelan múltiples tumores en ambos senos.
Allí comienza el vía crucis para Elena. De ser una mujer supuestamente sana, pasa a tener que sufrir los efectos médicos de la enfermedad. La quimioterapia destruye lo que el cáncer no ha podido.
De allí el título de esta hermosa comedia-drama de Ferzan Ozpetek. "Abrocharse los cinturones, que hay perspectiva de turbulencias". Y de muerte.
Cuando ya parece que todo está terminado, después de la muerte de Egle (Paola Minoccioni) la dinámica compañera de desgracias de Elena, el director da una brillante vuelta de tuerca y comienza a narrar detalles de lo sucedido durante los trece años perdidos. Y da comienzo a la verdadera riqueza de la película, su lado emotivo y cómico a la vez.
No creo que quede algún espectador decepcionado. En todo caso la recomiendo con los ojos cerrados, levanta los ánimos más caídos por la edad y la temperatura ambiente.
Trailer con subtítulos en italiano
Ocho puntos sobre diez para esta magnífica tragi-comedia del director turco Ferzan Ozpetek.